La segunda jornada del evento principal de The International 2017 nos ha dejado una sorpresa. Y no nos referimos a los resultados de la competición de Dota 2 más importante de la temporada, sino a que Valve ha aprovechado el evento para darnos una buena noticia, el anuncio de su próximo juego: Artifact: The Dota Card Game.


Con millones de personas atentas a todo lo que sucede en el KeyCenter de Seattle (Estados Unidos) no nos extraña que Valve haya elegido este escenario para dar a conocer su próximo proyecto, el primer juego en cuatro años desde que en julio de 2013 lanzara Dota 2. Lamentablemente para los jugones no se trata de ninguna tercera entrega de sus sagas más famosas (ni Half-Life 3, ni Portal 3 ni de Dota 3), pero sí está relacionado con Dota 2, ya que Artifact: The Dota Card Game es, como su propio nombre indica, un juego de cartas basado en el universo del famoso MOBA.



Pocos datos conocemos sobre Artifact: The Dota Card Game. El teaser que tenéis sobre estas líneas ha revelado su fecha de lanzamiento (llegará en 2018) y se sabe que la intención es la de intentar reproducir las mecánicas de Dota 2. Habrá tres tableros de juego, que corresponderán a los tres carriles que existen en los escenarios del MOBA, y cada jugador dispondrá de cinco héroes. Podremos utilizar oro para equipar objetos a nuestros personajes, que contarán con habilidades similares a las que poseen en Dota 2. No faltarán tampoco los creeps ni la construcción de barracones. Habrá que estar atentos a la cuenta de Twitter del juego para conocer más detalles en el futuro.

¿Se convertirá Artifact: The Dota Card Game en un nuevo eSport?

No nos extraña que Valve haya decidido llevar Dota 2 a explorar nuevos caminos, máxime cuando los juegos de cartas están tan de moda actualmente. Sólo hay que echar un vistazo a la popularidad de Hearthstone, convertido en uno de los eSports más importantes del momento (¿buscará la compañía convertir Artifact: The Dota Card Game en un deporte electrónico?). Y tampoco olvidarnos del camino que han seguido los responsables de sagas como The Witcher, The Elder Scrolls o Fable, que ya han lanzado sus propios juegos de cartas basados en estos universos: Gwent, The Elder Scrolls: Legends y Fable Fortune.